Entre los indios
Entre los indios, de César Aira publicada por la editorial Mansalva en el año 2012. Si bien lo primero que nos surge...
El termino drama proviene del griego y significa “actuar” y remite a la acción, textos o parlamentos y escenas. Tradicionalmente se piensa en este género como una composición que presenta ya sea en verso o en prosa la vida y las vicisitudes de un personaje por medio del diálogo y la acción.
Grecia es considerada la cuna del teatro en Occidente. Su origen está relacionado con rituales que se celebraban en honor del dios Dionisios, esta divinidad representaba la fertilidad, las cosechas, el vino. En un principio estas fiestas dionisiacas presentaban unos coros que cantaban y representaban la acción involucrando al dios Dionisio pero más tarde se fue diferenciando un personaje del coro y comenzó a tener una forma más parecida a lo que conocemos como una representación teatral.
En Grecia se vivió un apogeo de las representaciones dramáticas entre los siglos VI y III c.C. En La Poética Aristóteles define tres características básicas del teatro clásico: unidad de lugar, unidad de tiempo y unidad de acción. Todo este periodo la escena dramática estña dominada por la tragedia y la comedia principalmente.
Fue tratado por primera vez en La poética de Aristóteles, texto en el que el filósofo pone la piedra inicial a la teoría de los géneros con su clasificación de las obras: la lírica, la épica y el drama. Pero si bien como se dijo Aristóteles fue quien ensaya sobre los géneros y reconoce al drama como uno de ellos, su historia comienza mucho antes con subgéneros como, la tragedia, o la comedia.
Este periodo está marcado por una concepción teocéntrica del universo. Dios como centro de todas las cosas. El oscurantismo reina por sobre todas las artes y el teatro no escapa de esta situación. Se desarrollan formas teatrales llamadas:
Drama litúrgico o Misterio una expresión de la iglesia católica y su temario surgía de las fábulas bíblicas o misterios del dogma. Su representación se llevaba a cabo en las misma iglesisas.
Teatro profano, una modalidad callejera que se impuso a pesar de las prohibiciones y persecuciones de la iglesia católica. En dichas obras abundaba el humor, la burla y el ridículo. En la mayoría de los casos todo era improvisado durante la representación en las plazas o pequeños escenarios construidos con pocas tablas en la calle.
Con el fin de la Edad media una concepción antropocéntrica del universo. El hombre como centro y se inaugura una larga etapa de crecimiento y apertura.
Las obras dramáticas ahora son enfocadas desde el hombre y para el hombre sin un fin moralizante reflejan los conflictos de los personajes y sus costumbres. Durante este periodo podemos hablar de los movimientos artísticos que se conocen como el Renacimiento, Barroco y Neoclasicismo.
En este momento la evolución del teatro como las artes en general retoman las formas clásicas y alcanza su esplendor de la mano del Manierismo, un breve momento del arte que desemboca en el barroco.
Es uno de los períodos más ricos y prolíficos del teatro en toda Europa. Se abandonan las reglas clásicas de unidad de lugar, tiempo y acción que mencionó Aristóteles.
En Inglaterra: Teatro Isabelino. Tiene como figuras más relevantes a William Shakespeare Hamlet, Macbeth, Romeo y Julieta, La tempestad, Sueño de una noche de verano y Ben Johnson Volpone o el zorro. En España: Siglo de Oro Español. Sus principales referentes son Lope de Vega Fuenteovejuna, Calderón de la Barca La vida es sueño, El alcalde de Zalamea y Tirso de Molina El burlador de Sevilla En Italia: La comedia del arte. Teatro callejero que se realizaba sobre un carromato que iba generalmente de ciudad en ciudad exhibiendo sus espectáculos. Tenía una estructura regular y repetida para todas sus obras, y sobre esa estructura improvisaban los actores. Incorpora a sus habilidades la acrobacia y la pantomima. Teatro básicamente humorístico, de parodia, sarcasmos y burlas.
Surge como rechazo al Barroco. Vuelve al teatro clásico y, sobre todo, a las tres reglas básicas de unidad aristotélicas: espacio, tiempo y acción. Su primer antecedente está en Francia, que en el siglo XVII, y en pleno período barroco, vuelve a los preceptos clásicos.
Moliére El médico a palos, Tartufo, El burgués gentilhombre, Racine Fedra y Corneille La viuda, El mentiroso son sus máximos exponentes. Ya en el siglo XVIII el neoclasicismo se extiende por el restoo de Europa, pero cobra relevancia sólo en España y su figura más relevante es Leandro Fernández de Moratín con obras como El sí de las niñas.
También en el siglo XVIII existen oposiciones al neoclasicismo, incluso en España, donde se dasarrolla el sainete, comedia costumbrista corta derivada de los entremeses, que incorpora la música como un elemento más para conjugar con la acción, y cuyo mayor mentor es el madrileño Ramón de la Cruz.
Abarca desde finales del siglo XIII hasta la primera mitad del siglo XIX, que es una etapa de fuertes tensiones políticas. Este movimiento es revolucionario por su defensa de la fantasía y la imaginación por encima de la razón. El drama romántico es una fusión de tragedia, comedia y lírica, de intrigas complicadas, de fantasmas, de bosques encantados, de ruinas grandiosas, de venenos, de claros de luna, y, por supuesto, de amor y de muerte.
El tema básico es el amor apasionado que choca contra las normas sociales; de ahí que casi siempre acabe en tragedia.
Goethe, Fausto y Schiller Los bandidos, en Alemania. Víctor Hugo, Hernani y Alejandro Dumas, Calígula en Francia. José Zorrilla Don Juan Tenorio, en España; son los más conspicuos representantes de este movimiento.
Realismo se llama a la corriente estética que apareció entre 1830 y 1880. El realismo en el teatro tiene la voluntad de duplicar la realidad a través de la escena, de representar una imitación lo más cercana posible a la realidad. Los decorados copian a la naturaleza o la realidad circundante. Las lenguas empleadas reproducen el habla cotidiana de los personajes, de acuerdo al idioma que se usa en ese estamento social.
La actuación apunta a la ilusión de realidad. Los personajes se mueven como si no hubiera espectadores en la platea, como si entre la platea y el escenario hubiera una cuarta pared. El director de teatro se convierte en el intérprete principal del texto, y trabaja sobre éste, la dirección de actores, la escenografía, la luz, el sonido, etc.
El naturalismo apareció después de 1880 y tiene la misma función que el realismo en el teatro, pero muestra una realidad que acepta lo determinista, intransformable y hostil al hombre, casi como si fuera una fotografía, donde la realidad es puramente observable.
Con el teatro realista nació el teatro moderno, pues sentó las bases del que sería el teatro del siglo XX.
El siglo XX se caracterizó por la presencia de maestros que buscaron una estética propia, y para ello investigaron y dejaron plasmadas en escritos sus teorías basadas en sus extensas prácticas y reflexiones sobre el quehacer teatral. El principal interés fue la investigación del trabajo del actor en escena, y su formación integral.
Fue marcado desde sus comienzos por la influencia del gran maestro y director ruso Contantin Stanislavski.
Este maestro, que pugnaba por un actor más sincero en su comportamiento escénico y entrenado para interpretar los sentimientos, motivaciones y acciones de sus personajes, propuso como forma teatral el Realismo, y como sistema de trabajo, el método o técnica de las acciones físicas fundamentales. Tuvo seguidores en todo el mundo, y entre ellos cabe destacar a Meyherhold (creador de la biomecánica), Lee Strasberg, que con sus propias modificaciones, llevó al método a Estados Unidos, creando el famoso Actor’s Studio, y Raúl Serrano, que hizo lo propio, también con su mirada particular, en la Argentina.
El realismo ruso tuvo su mayores expresiones en los dramaturgos Anton Chejov, El jardín de los cerrezos, La gaviota y Máximo Gorki Los bajos fondos.
También sobresalieron en Europa las obras del polaco Henrik Ibsen Casa de muñecas, El pato salvaje y el sueco August Strindberg La señorita Julia, La sonata de los espectros, como mentores del realismo, aunque ambos, en sus respectivas obras, fueron evolucionando hacia formas más simbólicas.
En América, cabe destacar el movimiento que se produjo en las primeras décadas del siglo en Estados Unidos, conocido como realismo norteamericano contemporáneo, con autores de la talla de Tennessee Williams Un tranvía llamado deseo, El zoo de cristal, La noche de la iguana, Arthur Miller La muerte de un viajante, Todos eran mis hijos, Eugene O’Neill, El deseo bajo los olmos y William Saroyan El momento de tu vida.
Pero el método, y la estética realista en general, tuvieron cuestionamientos, y otros maestros aparecieron con nuevas poéticas y métodos de trabajo.
Los más salientes fueron Edward Gordon Craig (Inglaterra – Simbolismo), Antonin Artaud (Francia – Teatro de la crueldad), Jerzi Grotowski (Polonia – Teatro pobre), Tadeusz Kantor (Polonia – Teatro de la muerte) y Peter Brook (Inglaterra – Teatro sagrado). Y tendencias estéticas como el surrealismo, el simbolismo, el dadaísmo, el futurismo, etc., tuvieron su correlato, aunque en menor medida, en la escena teatral occidental.
En la actualidad, una serie de estéticas y poéticas diferentes se conjugan en todo el mundo, de modo que se hace imposible determinar cuál es la escuela dominante. Si bien escuelas no realistas como el surrealismo y el simbolismo tiene sus adeptos, el realismo no los tiene menos, y se ha convertido en la forma por excelencia para la mayoría de los espectáculos cinematográficos y televisivos.
También los distintos tipos de expresión humorística, como la comedia clásica, la comedia brillante, la parodia, el sainete moderno, el monólogo cómico, el clown tienen sus espacios en este nuevo paisaje teatral.
Como novedad, pueden mencionarse los espectáculos multimediáticos, que proponen una intertextualidad entre el teatro y el video, y también la performance, una breve muestra escénica basada en la improvisación y que tiene la intención de provocar y causar asombro, así como de plasmar una nueva estética.
La sociedad busca afanosamente formas de representarse a sí misma, con virtudes y defectos, y hay variados caminos para conseguirlo, y si bien constantemente se buscan nuevos modos expresivos, también es cierto que cada tanto se vuelve a representar a los clásicos, de quienes se dice que han logrado plasmar maravillosamente conflictos de naturaleza universal y atemporal.
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